El scriptorium era el lugar reservado a la escritura en los monasterios medievales. Un espacio para la escritura, un lugar de recogimiento en el que se encontraba la tranquilidad y la concentración necesaria para la delicada labor de transmisión de la cultura a través de los textos.
En nuestra jerga tecnológica, una script es un pequeño texto que contiene instrucciones de ejecución, un pequeño programa para realizar acciones determinadas.
En el mundo del cine, la persona que realiza las funciones de script es aquella que se encarga de realizar todas las anotaciones que garanticen la continuidad entre unos planos y otros.
La revista (e)Script quiere acoger esas tres dimensiones de la palabra: un espacio de escritura, una programa de acción y una garantía de continuidad cultural en esta época de transición.
Entre la trivialidad mediática y el aislamiento académico existe un espacio para hacer y comunicar una cultura: aquél que no renuncia ni al rigor ni a la comunicación. (e)Script busca ese espacio en el que lo cotidiano se encuentre con el legado cultural para interpretar el mundo en el que vivimos.
